A pesar de que la mayoría de las variedades tienen tubérculos con interior de color blanco o amarillo y piel blanca, hay una variedad de diferentes colores.
La papa es una planta de climas templados con temperaturas en el rango de 10 a 25 ºC. Los tubérculos son susceptible a las heladas y tienen que cosecharse antes de la época de heladas en otoño e invierno. En la mayoría de las regiones, los mejores rendimientos se consiguen cuando la siembra se hace inmediatamente después de la última helada en primavera. Así la planta está asegurada una temporada larga de desarrollo. En zonas sin riesgo a los heladas, papas pueden cultivarse todo el año.
Las variedades de papas son por naturaleza determinadas o indeterminadas.
Las variedades indeterminadas seguirán creciendo por más tiempo, y en algunas circunstancias necesitarán cierto tratamiento para parar el crecimiento de hojas y tallos antes de la cosecha. Desecación o destrucción del follaje en variedades indeterminadas ha de programarse bien para sacar lo máximo en producción y calidad.