Durante el desarrollo foliar y de brotes, las concentraciones de nitrógeno, fósforo, potasio y zinc disminuyen. Otros nutrientes, siendo el más importante el calcio, aumentan en esta fase. Como consecuencia de estas variaciones temporales, se toman las muestras en fases de desarrollo fijados. Tradicionalmente se hacen de 110 a 125 días después de plena flor, a mediados de la temporada de desarrollo. No obstante, deficiencias pueden ya afectar el potencial de crecimiento, producción y calidad. Por eso, es cada día más frecuente tomar muestras en la fase de floración para poder corregir las carencias antes de que se empiecen a manifestar.
Muestreo de suelos puede usarse para estimar la disponibilidad de nutrientes en el suelo que dan apoyo al crecimiento. Es particularmente importante para acertar los niveles de fósforo y potasio igual que pH. Sin embargo, análisis de suelo sin más, no aporta suficiente información para asegurar nutrición exacta al cultivo.
Análisis foliares son más comunes para dar una imagen de la situación actual en una fase específica de desarrollo.
Cifras típicas para crecimiento óptimo de tanto macro como micronutrientes en las fases de floración y post floración se ven abajo.
Mientras las tablas muestran los niveles para crecimiento óptimo, no toman en cuenta la facilidad que tiene el árbol para reciclar nutrientes al fruto. Como ejemplo, aunque haya suficientes niveles de calcio en el tejido, el fruto puede estar deficiente y sufrir de problemas en el almacén. Análisis del fruto en desarrollo cuando esté a 25 a 30mm, aplica cada día más para predecir desequilibrios de nutrición que puedan provocar problemas en el almacen. Esto acentúa la importancia de pulverizaciones foliares o directamente al fruto donde sea necesario.