Con boro, hierro y zinc también se logran rendimientos más altos por ayudar una mayor productividad del árbol.
Mientras fósforo no es tan necesario para el mismo árbol, los suelos bajos en fósforo pueden tener un efecto directo en el número de flores y el cuajado.
Magnesio foliar puede mejorar la retención de frutos en el árbol y así reducir la caída. La práctica son aplicaciones foliares al caerse los pétalos, al cuajarse los frutos y luego a intervalos de 10 a 14 días para ayudar en superar cualquier retraso en el crecimiento, (por bajas temperaturas), o pérdida de frutos de los árboles. Aplicaciones de Mg al suelo asegurará que un suministro a largo plazo esté disponible en el interior del árbol.
El principal beneficio del boro se logra al durante la floración cuando se utiliza para mejorar el cuajado. Ensayos confirman que el mejor resultado se da al aplicar boro en el otoño dos a tres semanas antes de la caída de las hojas, apuntando al follaje y los botones. Este boro estará entonces más disponible para estimular mejor floración y cuajado en la primavera siguiente.
Igual que boro, un suministro pobre de zinc resultará en caída de las flores y los frutos cuajados. Aplicaciones foliares en la temprana primavera mientras las hojas todavía se expanden es lo más eficaz para obtener un nivel más alto de zinc en las hojas.